Es un aprendizaje que nos enseña a obtener el grado correcto de tensión en cada movimiento o posición estática.
Es un aprendizaje corporal en
el que descubrimos que un movimiento que duele es un movimiento mal
hecho y uno plácido, bien hecho.
El método consiste en prestar atención a los movimientos o posturas para darnos cuenta de los músculos que están implicados y la tensión que ejercemos con a cada uno, la toma de conciencia aumenta nuestro control sobre esa zona.
Nunca prestamos atención a las señales que emite nuestro cuerpo y si lo hiciéramos eliminaríamos muchos movimientos innecesarios.
Los movimientos automáticos, relacionados con las emociones automáticas y con los pensamientos automáticos pueden estar generándonos un estado de tensión que podríamos evitar, como por ejemplo hay personas que cuando están preocupadas fruncen el ceño lo que puede llegar a provocas dolores de cabeza, si estamos en tensión tendemos a encoger los hombros terminando por generar contracturas… problemas como estos pueden ser evitados con una buena educación corporal.
APRENDIZAJE DE LA EUTONÍA
El
aprendizaje puede ser individual o en grupo. Lo mas interesante es
realizar una sesiones individuales para la introducción en la técnica
con el objetivo de integrar a la persona dentro de un grupo de trabajo.
Los grupos se crean acorde al nivel de los participantes de tal forma
que todos vayan aprendiendo a la vez. El profesional debe tener una
preparación especial para ser sensible y captar las necesidades del
grupo, percibir su estado y saber en qué debe hacer más hincapié. La
eutonía tiene una serie de pasos por lo que está “programada” pero
dentro de esta programación ha de ser flexible y hay que hacer cambios
adaptándose a la situación particular.
Ejercicios:
- Se le pide al alumno que modele con arcilla o dibuje su cuerpo (de esta forma el profesional conoce la concepción que tiene cada alumno de su propio cuerpo.
- Tumbado se pide al alumno que sienta el brazo, pero no se le dan orientaciones como en entrenamiento autógeno, en Jacobson o en la sofrología, no se le prepara para......nada, se le deja en libertad para sentir que siente.
- Tumbado en el suelo se comienza como en el ejercicio anterior y se le pide que tras tomar conciencia de las sensaciones haga un inventario, de sus sensaciones y posesiones, de su piel, de sus músculos, de sus huesos, de sus articulaciones, y después que una todo esto que lo perciba en su globalidad, fragmentos y unidad, somos todo.
- Tomamos conciencia de aquellas áreas que no sentimos y las convertimos en sensitivas al colocar bajo ellas una pelota elástica que permite al paciente desplazar el peso sobre ella retornar una sensación que nos hace integrar esa zona oscura del cuerpo en la totalidad, a veces aparecen sin más otras zonas como si estuvieran interconectadas, de repente se hace la luz sobre ellas, de repente se establece un nuevo equilibrio. Podemos utilizar diversos utensilios para que el paciente tome conciencia de diversas sensaciones.
- Contacto. Tenemos que aprender a ponernos en contacto con los objetos, con las personas… contactar no implica solo tocar algo o que algo te toque sino tener conciencia, prestar atención a lo que nos toca. Hay veces que no nos tocan y sin embargo tenemos la sensación de estar en contacto. Con esto lo que quiero decir es que tenemos que prestar atención a lo que nos rodea, que nuestra conciencia esté presente, para estar en contacto con ello diferenciaba claramente este hecho, puedo estar vivo y no hacer contacto con la vida (Gerda Alexander, creador de la eutonía)
- Movilizaciones pasivas, que permiten una nueva experiencia de mi cuerpo.
- Contactos alternos en que se recibe y se da contacto.
- Estiramientos globales, analíticos, de la piel, de las articulaciones.
- Tensión relajación, de diversos grupos musculares, no en el sentido de Jacobson, ya que no se busca una máxima distensión, lo que se pretende no es una eliminación de la tensión, buscamos un equilibrio corporal de la tensión una capacidad orgánica para tensar y distender libremente, sin sufrimientos innecesarios, un ritmo eutónico en el que el paso de tensión a relajación y viceversa se logre con el mínimo gasto y en las mejores condiciones para la salud del cuerpo en general.
Aprender a repartir los esfuerzos musculares es necesario para mantener una posición y para el movimiento voluntario bien coordinado.
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