Este trastorno se caracteriza por una pérdida de peso elevada (más del 15%) debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y al empleo de conductas de carácter purgativo (vómitos o ejercicio físico excesivo).
La característica principal de este trastorno es la alteración de la imagen corporal de tal forma que la persona sobrestima el tamaño de cualquier parte de su cuerpo; siempre se ven gordas.
Hay dos tipos de Anorexia:
- Anorexia Nerviosa Restrictiva: la persona apenas come y en muchos casos realiza ejercicio físico excesivo.
- Anorexia Nerviosa Purgativa: la persona utiliza los vómitos, diuréticos o laxantes después de haber ingerido cantidades mínimas de comida.
Síntomas Físicos:
La mayor parte de los síntomas físicos son consecuencia de la desnutrición: déficit de nutrientes esenciales, vitaminas y minerales.
- Pérdida excesiva de peso: IMC menor a 17,5 en adultos (85% del peso esperado en niños)
- Retraso en el crecimiento.
- Alteraciones hormonales que interrumpen el ciclo menstrual (amenorrea), reducción de la líbido e impotencia en hombres.
- Síntomas de inanición como el ritmo cardíaco lento (bradicardia), hipotensión, hipotermia, anemia, perdida del cabello, uñas frágiles...
- Disminución de la función del sistema inmunitario
Síntomas Psíquicos.
Son muchos y muy variados y pueden presentarse unos u otros:
- Personalidad rígida
- Pensamiento obsesivo en el peso y en los alimentos
- Obsesión por la Imagen y la forma del cuerpo.
- Alteraciones en la Percepción: se ven gordos aunque no lo estén.
- Ansiedad.
- Depresión
- Fobia Social
- Trastorno Obsesivo - compulsivo
- Conductas Agresivas...
Evolución
Este trastorno es uno de los que tienen peor pronóstico, es muy complicado su tratamiento, prácticamente imposible en estadios muy avanzados. Dado el carácter tan agresivo este trastorno puede acabar en la muerte de la persona ante la incapacidad de los familiares.
La evolución del trastorno es muy variable con períodos de recaídas que alternan con fases de recuperación durante años. Por ello no podemos hablar de curación hasta que el paciente no lleve cuatro años sin síntomas.
Alrededor del 50% de pacientes se recupera totalmente, el 20% persiste con alguna secuela, el 30% sigue un curso crónico y de estos entre el 4 y el 18% acaban muriendo.
Los factores que predicen un buen pronóstico son el diagnóstico temprano del trastorno, el apoyo de la familia, la ganancia de peso en el tratamiento inicial y sobre todo el reconocimiento por parte del paciente de que tiene este trastorno.
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