Este trastorno consiste en que la persona sufre episodios de atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidady sensaación de angustia y pérdida de control mental por haber comido en "exceso". Suele alternarse con episodios de ayuno o de muy poca ingesta de alimentios, pero al poco tiempo vuelven a surgir episodios de ingesta compulsiva.
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de los individuos comerían.
Además de lo anterior en este trastorno se dan conductas compensatorias para evitar la ganancia de peso como por ejemplo al provocación del vómito (lo emlean el 80 - 90% de los pacientes que acuden a centros clínicos a recibir tratamiento. Otras conductas de purga son por ejemplo el uso de laxantes o de diuréticos, enemas, ejercicio físico excesivo y ayuno total tras el atracón.
Síntomas:
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de los individuos comerían.
Además de lo anterior en este trastorno se dan conductas compensatorias para evitar la ganancia de peso como por ejemplo al provocación del vómito (lo emlean el 80 - 90% de los pacientes que acuden a centros clínicos a recibir tratamiento. Otras conductas de purga son por ejemplo el uso de laxantes o de diuréticos, enemas, ejercicio físico excesivo y ayuno total tras el atracón.
Síntomas:
- Aspiración: paso del contenido gástrico al árbol bronquial (paso del contenido del estómago a los pulmones)
- Rotura esofágica o gástrica.
- Neumotorax
- Arritmia cardiaca
- Ansiedad o compulsión por comer
- Obsesion por mantener el peso corporal por debajo de lo normal.
- Abuso de la utilzación de laxantes y diuréticos.
- Seguimiento de dietas diversas.
- Desidratación
- Alteraciones Menstruales y amenorrea o infertilidad
- Incremento y reducción bruscos de peso
- Aumento de las caries dentales debido a la alteración o pérdida de esmalte dental.
- Aumento del tamaño de las glándulas salivares o infección de éstas.
- Pérdida de cabello.
- Desmayos frecuentes, mareos.
- Heridas en la mucosa bucal
- Dolores de cabeza, migrañas.
- Dolores en la garganta (después de vomitar)
- Piel seca.
- Debilidad en las piernas.
- Disfonía.
La tasa de mortalidad en este trastorno está en el 5%. Según estudios hay un 20% de personas con el trastorno que sigue luchando contra él tras 10 años.
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