Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Entrenamiento Autógeno De Schultz

ENTRENAMIENTO AUTOGENO DE SCHULTZ
Schultz quiso utilizar los aportes de las técnicas de hipnosis para aplicarlas a la relajación, pero sin estar sometidos a la voluntad de otra persona sino controlando nosotros mismos. Lo que le diferencia de las otras técnicas es que a diferencia de los estados hipnóticos en esta técnica no se pierde en ningún momento la conciencia, la atención, la capacidad de observación. Las similitudes con estados de hipnosis o en el yoga es que podemos tener sensaciones agradables, sentir que flotamos, que perdemos peso…

Es una de las técnicas más fáciles de aprender ya que está totalmente sistematizada por pasos. Cada ejercicio se realiza hasta que sintamos las sensaciones que describe y solo cuando se cumple ese requisito se pasa al siguiente ejercicio. Aunque Schultz recomienda la postura de sentados también podríamos hacer los ejercicios tumbados.


Primer ejercicio: 
Mi brazo derecho pesa mucho, se acompaña de la frase: “estoy tranquilo muy tranquilo” “mi respiración es tranquila, estoy en calma”


En las primeras sesiones las repeticiones pueden ser simplemente una o dos, hasta sentir la sensación de peso del brazo, una cierta sensación de relax y entonces abandonamos el ejercicio. Pueden durar entre uno y tres minutos, a realizar dos o tres veces al día. A la finalización del ejercicio flexionamos y extendemos el brazo con vitalidad y volvemos al estado de vigilia con una cierta sensación de relax que nos acompaña.
Más adelante el número de repeticiones de mi brazo derecho pesa mucho se incrementará hasta seis que iremos repitiendo de forma pausada y lenta, percibiendo la sensación de peso con atención, nos repetiremos estoy tranquilo, muy tranquilo, y pasaremos al otro brazo, posteriormente dirigiremos la atención a la pierna derecha y a su sensación de peso, y a la pierna izquierda. Siempre que cambiemos de una extremidad a otra nos repetimos estoy tranquilo, muy tranquilo, o incluso: mi respiración es tranquila, muy tranquila. De esta forma la duración del ejercicio se incrementa hasta los veinte minutos, o incluso algo más. Las sensaciones de peso resultan agradables y coinciden con un estado de relajación muscular. En el extraño caso de que aparezca tensión o alguna otra sensación desagradable abandonaremos el ejercicio. En caso contrario podemos prolongarlo mientras resulte relajante y satisfactorio.



Segundo ejercicio.
La frase utilizada es: “Mi brazo derecho está muy caliente.” Se acompaña de la frase “estoy tranquilo, muy tranquilo”. También: “mi respiración es tranquila, estoy en calma.”


Puede acompañarse de una visualización del calor del sol sobre el brazo, o del calor de una estufa que incide sobre él. No hay prisa alguna, recordamos que la frase es una orientación, y que la sensación no se ha de producir de inmediato, la paciencia es una buena compañera en los ejercicios de relajación. A veces la sensación se produce sola incluso durante los ejercicios de peso, a veces tarda un poco más, no hay problema siempre aparece y le acompaña una sensación muy agradable de relajación muscular. Realmente al fijar la atención en el brazo aumenta levemente el riego sanguíneo y la temperatura aumenta.
Proseguimos como en el ejercicio de peso, en cuanto a duración inicial y posterior, así como en el número de repeticiones y la generalización de las sensaciones a las extremidades, la vuelta al estado de vigilia puede hacerse flexionando y extendiendo los brazos, o simplemente abriendo y cerrando los puños de las manos, tomando aire con más intensidad y abriendo los ojos.


Tercer ejercicio.
La frase utilizada es: “Mi corazón late tranquilo.” Se acompaña de la frase “estoy tranquilo, muy tranquilo.” También: “mi respiración es tranquila, estoy en calma.”


Podemos comenzar con la sensación de los latidos en el brazo derecho, quizás lo percibamos antes en la mano y especialmente en el pulpejo de los dedos, y después hacemos un recorrido por diversas zonas del cuerpo. Solo hacemos el ejercicio si percibimos que no se produce ninguna sensación desagradable, si observamos que va apareciendo una sensación de calma, de paz proseguimos, en caso de que surja cualquier sensación de ansiedad o similar lo abandonamos. Recordar que a algunas personas les molesta la percepción de su propio latido. No insistir en ese caso. Proseguimos hasta repetir seis veces en los lugares en que centro mi atención: mi corazón late tranquilo o mi corazón late fuerte y tranquilo.
La vuelta al estado de vigilia puede hacerse flexionando y extendiendo los brazos, o simplemente abriendo y cerrando los puños de las manos, tomando aire con más intensidad y abriendo los ojos.


Cuarto ejercicio.
La frase utilizada es: “Mi respiración es tranquila.” Se puede acompañar de la frase “estoy tranquilo, muy tranquilo.”


 Continuamos con el desarrollo del ejercicio tal como se ha ido explicando en los ejercicios anteriores, procuramos sentir y observar la respiración sin modificarla, procurando no actuar sobre la intensidad o la duración de la misma, dejamos que la respiración suceda libremente y observamos. La vuelta al estado de vigilia como en los demás ejercicios.


Quinto ejercicio.
La frase utilizada es: “Mi plexo solar irradia calor.” Se acompaña de la frase “estoy tranquilo, muy tranquilo.”  La vuelta al estado de vigilia como en los demás ejercicios.


Sexto ejercicio.

 La frase utilizada es: “Mi frente esta fresca.” Se acompaña de la frase “estoy tranquilo, muy tranquilo.”  Se puede acompañar de una visualización en la que imagino el frescor de la brisa cuando incide sobre mi frente en un día caluroso.


Mapa Conceptual de Schultz




Si tienes dudas o necesitas ayuda escríbe un comentario de forma anónima o no, para que podamos ayudarte y a otros/as que estén en tú lugar.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Facebook Themes