La relajación puede ser considerada como una manera de vivir, una
filosofía o como un grupo de técnicas que nos ayudan a estar mejor cada
día. Podemos utilizarlas de manera esporádica pero lo ideal es aprender
una serie de ejercicios que podamos aplicar cada día.
Con la relajación podemos aprender a controlar nuestro nivel de
activación. Hay mucha variedad de técnicas por lo que siempre vamos a
poder encontrar una o varias que se adapten mejor a nosotros. Hay que
tener en cuenta que se debe tomar como un ejercicio más, es decir que
con la práctica y el tiempo se va a ir consiguiendo mejorar el nivel, la
efectividad y la profundidad de la relajación; por lo tanto requiere
constancia.
El
entrenamiento en relajación produce desde los primeros intentos una
sensación intensa de descanso, favoreciendo el sueño y facilitando la
recuperación orgánica general, tiene además la ventaja, con respecto a
otras medidas (químicas por ejemplo), una vez aprendida la o las
técnicas adecuadas no son precisos más recursos externos ya que con el
entrenamiento de relajación aprendemos a modificar la respuesta orgánica
de nuestro cuerpo respecto a las solicitudes externas que sobre él se
realizan, aprendemos a responder fisiológicamente con calma en lugar de
estrés.
En este apartado quiero hacer un recorrido por gran variedad de tipos
de técnicas que existen para que puedas elegir la que mejor se adapte a
ti y ponerla en funcionamiento. En este blog voy a exponer las técnicas
tanto occidentales, como orientales.
Bases de la Relajación
Cuando
estamos en una situación de estrés se activa el Sistema Nervioso
Simpático que es el que nos prepara para reaccionar rápidamente a los
estímulos: aumento del ritmo cardíaco, de la presión arterial, consumo
de oxígeno, aumento de la tensión muscular.
La relajación nos ofrece
crear una respuesta contraria a la anterior, con estas técnicas
activamos el Sistema Nervioso Parasimpático que inhibe parcialmente al
simpático. Por lo tanto se produce una disminución de la frecuencia
cardiaca, disminuye el consumo de oxígeno y la tensión muscular y
aumenta nuestro nivel de conciencia corporal. Esto no solo permite que
detectemos la activación de nuestro cuerpo y podamos actuar de inmediato
sino que además tendremos una sensación agradable de bienestar por
saber como controlar nuestro cuerpo de forma voluntaria y lograr los
efectos necesarios de calma, de tranquilidad… sin necesidad de ayudas
externas como ansiolíticos o antidepresivos tan de moda en estos tiempos
y con unos efectos secundarios en muchos casos devastadores.
Condiciones para la Relajación.
No
necesitamos mucho para comenzar con estas prácticas. Lo mas importante
es elegir donde vamos a realizar los ejercicios. Lo ideal es un lugar
que:
Esté en el máximo silencio posible.
Limpio
Temperatura
agradable
Elegir un momento donde no tengamos interrupciones y
Estemos
tranquilos.
Lo ideal es aprender estando tumbados en una colchoneta ya
que es más fácil conseguir la relajación, con la práctica más adelante
podremos realizarlos estando sentados, de pie, y en cualquier lugar y
situación (eso necesita de mucha práctica).
Los ejercicios también se
pueden realizar con un CD de relajación, en este caso incorporar en el
lugar donde estamos un equipo para poder utilizarlo y a ser posible
ponerlo a nuestro lado para no tener que levantarnos y romper el estado
de calma si queremos pararlo o manipular el volumen.
Y por último decir
que nuestra ropa debe ser lo mas cómoda posible, sin que nos apriete.
Si tienes dudas o necesitas ayuda escríbe un comentario de forma anónima o no, para que podamos ayudarte y a otros/as que estén en tú lugar.
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